La víspera del gran día, el día en que su papá y su mamá traerían a su hermanita recién nacida a casa, Álex se despertó a las tres y media de la mañana. No podía volver a dormirse.
Entonces Álex le pide a su tío marcos que le hable de los bonitos adornos que lleva en las rastas y poco a poco se queda dormida.